Javier Díaz Verón, exfiscal general del Estado junto con su esposa María Selva Morínigo están acusados por enriquecimiento ilícito. Ambos se exponen a penas altas en caso de que sean condenados.
Ambos no pueden justificar el origen de una suma cercana a los cuatro mil millones de guaraníes, por lo que la fiscalía sostiene que se originaron de fuentes ilegítimas. Por este hecho, Díaz Verón fue a prisión durante seis meses, y recobró su libertad por problemas de salud. Durante ese periodo, la audiencia preliminar fue suspendida en varias ocasiones, por actitudes dilatorias de su defensa, a criterio del Ministerio Público. Por ello, solicitó a la justicia que disponga nuevamente su libertad, sin éxito.