El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) informó que se iniciaron los trabajos de refulado de 62 hectáreas para la construcción de la avenida Costanera Sur, que unirá Lambaré con Asunción y que se convertirá en una vía rápida para unos 15.000 vehículos de las zonas de Itá Enramada y Santa Librada de Asunción.
Aclaran que el trabajo de relleno del terreno es necesario para construir este trayecto de la obra a una altura en la cual no se pueda inundar. Las tareas se concentran en estos momentos en las zonas del bañado Tacumbú, hacia Itá Enramada. En ese sentido, obreros realizan la nivelación del terreno a una cota no inundable donde se extenderán la avenida Costanera, el parque lineal y los terrenos que formarán parte del proyecto de viviendas para los pobladores del Bañado Sur. El proyecto tiene, además, por objetivo dar fin a las inundaciones de la zona.
Las tareas se realizan con la moderna draga que se adquirió y que se utiliza por primera vez en el Paraguay, con el fin de incrementar la producción de arena que se requiere para el refulado de esta importante obra vial, urbanística y social. Aclaran que la draga está provista de un mecanismo que se mete en la superficie del río Paraguay, corta la estructura del suelo y succiona la arena del sitio para reutilizarla en otro lugar.
“El refulado es el proceso de extraer arena del lecho de cualquier curso de agua e impulsarla, con la ayuda de unas bombas, a otro sitio que se pretende rellenar con la hidromezcla. Desde ahí se envía por medio de cañerías especiales, cae en tierra y el agua de la hidromezcla retorna por gravedad al río, mientras que la arena queda depositada en el nuevo lugar”, expresó Luis María González Alonso, jefe de obras de la Costanera Sur.
La realización de esta etapa del trabajo no afecta a las personas, porque las familias que ocupaban la franja de domino se trasladaron previamente a otros sitios seguros”, puntualizó González. Las mejoras que traerá la Costanera Sur incluyen la recuperación de los cauces de los arroyos Mburica y Salamanca, que hoy en día forman parte de un corredor de desperdicios generado aguas arriba.