Un joven de Concepción denuncia que debe ir hasta la ciudad de Ponta Porá, en Brasil, para recargar balones de oxígeno para su madre de 54 años internada en el Hospital Regional. Igualmente acusó que su padre de 58 años falleció por falta del elemento químico vital para los pacientes con cuadros graves de COVID-19.
Edison Álvarez hizo un terrible relato sobre la situación que atraviesa su familia. Desesperante es la situación por tener que viajar con sus hermanos hasta la ciudad fronteriza entre Paraguay y Brasil para recargar y traer balones de oxígeno para su madre.
“A nosotros ayer nos costó exactamente G. 7 millones el oxígeno. Nos vendieron con el balón porque era la única forma de adquirir. Trajimos dos con carga llena. Comprar del Brasil tiene buena carga. No le deseo a nadie. Vivir esto en carne propia y que tus padres pasen por esto da mucha impotencia. Mi papá se fue prácticamente en tres días. Ella no sabe para que no se descompense”, relató Álvarez.
Manifestó que son 7 hermanos que también se contagiaron con el virus, pero ya superaron el COVID-19, en tanto que ahora luchan por la vida de su madre. Lamenta que son decenas de familias que pasan por la misma situación y que buscan el oxígeno por fuera de la ciudad de Concepción.
“Estamos rezando todos los días”
“Mi papá tenía 58 años y mi mamá está en la lucha ahora. Él era obeso. Ella no está en terapia porque no hay lugar. Estamos todos los días rezando pidiendo a Dios que nos pueda ayudar en este momento. Los enfermeros dan el alma, pero no hay logística. Concepción es un departamento demasiado abandonado, en términos de salud ni hablar. No entra en mi cabeza que no tengamos planta de oxígeno”, afirmó el joven.
Lamentó la improvisación del sistema sanitario en el norte del país. Manifestó que todos los días se deben trasladar hasta el Brasil para recargar los balones de oxígeno. La recarga señaló que cuesta G. 450 mil. Confesó que es una lucha diaria de decenas de familias para proveer a enfermos de coronavirus de oxígeno en Concepción.
“Mis padres ingresaron al hospital por un cuadro de COVID. Mi papá falleció hace una semana, y mi madre, que está algo delicada de salud aún. Ella no sabe de la muerte de mi padre, no le dijimos nada, le vamos a decir cuando se recupere, Dios mediante”, expresó el joven.
Relató que su padre de 58 años falleció hace una semana a causa de la falta de oxígeno, mientras su madre se encuentra aguardando una cama de terapia intensiva, en tanto recibe el químico medicinal para continuar con vida ante el desabastecimiento diario que sufren los pacientes en Concepción.
“La impotencia es generalizada”
“En algunos casos, mis hermanos tuvieron que traer balones de oxígeno desde Ponta Porá, realmente la situación es gravísima. La impotencia es generalizada y causa mucha rabia. El personal de salud está dando la vida por su trabajo”, declaró.
Además relató sobre una serie de falencias del centro asistencial debido a que también sufren la falta de energía eléctrica, garantizando en terapia intensiva y el área de Urgencias del hospital. Señaló que por este problema que se vive a nivel país no puede justificar la muerte de sus seres queridos.
“En el hospital no existe un solo guardia de seguridad por falta de presupuesto, tampoco hay algún plomero. Las farmacias que están en frente cobran lo que quieren. Están robando a la gente. No sé quién nos representa. No sé a quién acudir para mostrar esta situación calamitosa”, dijo el joven Álvarez.