La Patrulla Caminera informó que este año hubo una notable disminución en el número de peregrinos que asistieron a la Basílica de Caacupé, atribuyéndolo a las malas condiciones climáticas.
Según la inspectora Patricia Ferreira, aunque la asistencia no cesó durante la madrugada del domingo, fue significativamente menor en comparación con años anteriores. Las lluvias previstas contribuyeron a esta baja afluencia.
Además, el tránsito vehicular se normalizó más rápidamente que en ocasiones anteriores, finalizando la evacuación de los feligreses alrededor de las 10:30, y el tráfico en la ruta PY02 ya estaba despejado hacia las 06:30, durante la misa central.
Este año no fue necesario implementar desvíos para regular el tránsito, gracias a la ampliación de la ruta. La Patrulla Caminera continuará supervisando las principales rutas hasta el 16 de diciembre, cuando concluye el Octavario de la Virgen de Caacupé.