El exministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, fue detenido este domingo por su implicación en la fallida declaración de ley marcial, mientras que el presidente Yoon Suk Yeol logró sobrevivir ayer sábado a un intento de destitución en el parlamento.
Yoon había declarado sorpresivamente la ley marcial el martes, lo que generó una crisis política, pero tuvo que retractarse pocas horas después debido al rechazo de los legisladores. La oposición había planeado votar una moción para destituir a Yoon, pero la mayoría de los miembros de su partido, el Partido del Poder Popular (PPP), abandonaron la sesión, lo que llevó al fracaso de la propuesta.
Kim Yong-hyun renunció tras la controversia y fue detenido por la policía, mientras que el PPP justificó su decisión de bloquear la destitución para evitar mayores divisiones en el país. Las protestas masivas continuaron frente al parlamento, con manifestantes expresando su frustración por el resultado de la votación.
A pesar del revés, la oposición prometió intentar nuevamente destituir a Yoon en una próxima sesión. El presidente se disculpó públicamente y reconoció haber causado angustia a los ciudadanos, mientras las encuestas muestran que su apoyo ha caído a un mínimo histórico del 13%. La policía también ha comenzado a investigar a Yoon y otros por posibles cargos de insurrección.