Las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) concluyeron tras 25 años de diálogo, pero el acuerdo aún necesita la aprobación de los Parlamentos de ambos bloques. Aunque se celebró el avance, Francia e Italia ya han expresado su intención de rechazarlo.
La ratificación del acuerdo debe realizarse tanto en el Parlamento Europeo como en los Congresos de los países del Mercosur, incluyendo Bolivia. El presidente Santiago Peña, ve el acuerdo como una oportunidad para atraer inversiones y fomentar el desarrollo económico.
El pacto busca crear la mayor zona de libre comercio del mundo, permitiendo a Europa acceder a un mercado sudamericano de 268 millones de personas y a Mercosur ofrecer sus productos a 450 millones. Sin embargo, el proceso de autorización podría demorar al menos seis meses debido a revisiones legales y traducciones.
El acuerdo incluye la reducción de aranceles y compromisos ambientales, aunque enfrenta oposición por parte de algunos países europeos que temen una competencia desleal para sus productores. A pesar de las preocupaciones, Paraguay ha comenzado a ver ventajas potenciales en la liberalización del comercio.