La Cámara de Senadores aprobó el nuevo proyecto de tren de cercanías impulsado por el Ejecutivo, a pesar de la falta de un plan de inversión y financiamiento, así como una subconcesión a Fepasa.
El proyecto abre la posibilidad de licitación para empresas nacionales y extranjeras, con Fepasa autorizado a firmar contratos de subconcesión por hasta 35 años. Algunos senadores expresaron su apoyo, destacando la necesidad de mejorar el transporte público en el Área Metropolitana, aunque también manifestaron preocupaciones sobre la gestión y planificación del proyecto, recordando fracasos anteriores como el del Metrobús.
La senadora Esperanza Martínez criticó el apuro en la aprobación, mientras que otros senadores advirtieron sobre la falta de un plan de movilidad claro. Por otro lado, algunos miembros del oficialismo acusaron a la oposición de obstaculizar el progreso y defendieron la necesidad del proyecto, argumentando que los costos dependerán de la oferta y demanda