La Cámara de Senadores aprobó con modificaciones el proyecto de ley que establece el derecho a una pensión universal y otros beneficios para las personas mayores. El proyecto ahora se enviará a la Cámara de Diputados para su análisis.
El senador Arnaldo Samaniego, presidente de la Comisión de Desarrollo Social, destacó que se acordó mantener el monto de la pensión en un 25% del salario mínimo, con reajustes automáticos.
Los criterios de selección se mantendrán, excluyendo a quienes reciban ingresos del sector público o privado y a aquellos con más de 30 cabezas de ganado.
La inscripción al programa será automática, eliminando la necesidad de un censo, y se priorizará a los adultos mayores en situación de vulnerabilidad, comenzando a partir de los 65 años. Además, se establecerá una meta de inclusión de al menos 30.000 nuevos beneficiarios anualmente.
Para comunidades indígenas, el acceso será a partir de los 55 años, y para personas con discapacidad, a partir de los 60 años.
Durante el debate, se realizaron diversas modificaciones a los artículos del proyecto, incluyendo plazos para la incorporación de beneficiarios y ajustes en la reglamentación.