Se descubrió otro acto ilícito durante los controles aeroportuarios coordinados entre la SENAD y DNIT, donde se encontró cocaína oculta en desodorantes destinados a ser enviados a Catar. El producto fue separado del grupo de paquetes para envíos internacionales debido a inconsistencias y sospechas. Durante la inspección final realizada en el Palacio de Justicia, los análisis confirmaron que se trataba de un intento de tráfico de cocaína.
Los agentes que trabajaban sobre la matriz de paquetes riesgosos comunicaron la retención al fiscal Abg. Alejandro Cardozo. Siguiendo los protocolos establecidos, el paquete fue trasladado al Palacio de Justicia y al abrirlo se encontraron 8 tubos de desodorante contaminados con cocaína, con un peso bruto total de 645 gramos. Además de los desodorantes, el paquete incluía otros elementos distractivos como calzado, un vaso térmico y una faja tradicional.
Estos eventos resaltan el uso predominante de la cocaína en las operaciones de tráfico de drogas a través de mulas y encomiendas en el aeropuerto.