El intendente de Puerto Casado, Hilario Adorno, montó una oficina provisional en el tinglado del Coliseo Deportivo de su municipio, debido a una orden judicial que le prohíbe acercarse a la Comuna.
Esta medida se da tras la confirmación del Tribunal de Apelación en lo Penal sobre un caso en el que Adorno enfrenta acusaciones por presunta lesión de confianza y administración en provecho propio.
La orden judicial de alejamiento de la sede municipal se mantiene como medida cautelar, y el intendente deberá enfrentar un juicio oral y público.
Ante esta situación, la Junta Municipal desingó a un encargado de despacho, el concejal Claudio Martínez, para asegurar la continuidad de las funciones municipales según lo establecido por la Ley Orgánica Municipal.