Tras el terrible caso de la escribana Carmen Ruiz Díaz, fallecida en Alto Paraná junto a sus dos pequeños, dejó al descubierto la precariedad para la revisión de los cadáveres hallados en el cause hídrico.
El doctor Martín Alfaro, médico forense, tuvo que examinar en una funeraria privada el cuerpo del menor, porque en la zona no existe una morgue del ministerio público. El profesional lamentó la precariedad en la recolección de evidencia científica en el marco de la investigación fiscal.
El cuerpo de Juan Pablo, el hijo de 5 años de la escribana Carmen Ruiz Díaz, fue encontrado la mañana del domingo. El Doctor Alfaro, realizó la primera inspección en la lancha de rescate, pero como había que hacer trabajos más severos se recurrió a la funeraria de nombre “Buen Jesús” de Ciudad del Este, que brindó las instalaciones de forma gratuita.
Además, el médico revelo que los guantes los compró con su dinero, cuando debía de ser proveída de forma regular por el Ministerio Público.
Lamentó que la centralización de estos procedimientos sea en Asunción. Mientras que ellos deben llegar a las escenas sin tapabocas y sin el traje protector adecuados.
Estimó que una inversión de unos USD 500.000 podría dar lugar a un interesante departamento forense que ayude en la investigación fiscal, que según Alfaro actualmente depende de testigos en sus procesamientos, actualmente basa sus imputaciones en declaraciones de testigos, cuando la mitad de las pruebas deberían ser productos de la ciencia.