Después de dos semanas de la tragedia en el arroyo San Juan de Luque en la que murieron una madre y su hija arrastradas por el raudal, el municipio local colocó un vallado de protección que igualmente generó críticas.
“La base es chapa de un cuarto y tendría unos seis milímetros y medio con seis tarugos de fijación de acero de alta sujeción con hormigón”, explicó uno de los obreros encargados de la instalación.
Aseguró que la estructura es fuerte y capaz de soportar cualquier tipo de raudal. Indicó que utilizaron materiales de primera calidad para evitar otra desgracia.
Usuarios en redes sociales de igual forma emitieron críticas respecto al trabajo, señalando que no aguantará la fuerza del agua en un eventual temporal.
Así mismo, se cuestionó la “improvisación” de las autoridades y la calidad de mano de obra implicada, ya que la pintura utilizada también se vertió en el arroyo.