México decidió romper relaciones diplomáticas con Ecuador después de que la policía ecuatoriana asaltara la Embajada de México en Quito, generando una tensión significativa entre ambos países.
Durante el asalto, agentes enmascarados y con carros blindados capturaron al exvicepresidente Jorge Glas, quien había recibido asilo político del gobierno mexicano. Glas recibió dos condenas por corrupción, de las que ha cumplido cinco años de cárcel.
El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó el asalto como una violación flagrante del derecho internacional y la soberanía, y ordenó la suspensión inmediata de las relaciones diplomáticas.
México también planea acudir a la Corte Internacional de Justicia para denunciar a Ecuador por violaciones al derecho internacional.