Tras los improperios que recibió la diputada Celeste Amarilla en plena sesión por parte de su coelga Colim Soroka, la legisladora reveló otro episodio en el que un parlamentario incluso quiso agredirla.
“Están acostumbrado en la política en general no estan acostumbrado a mujeres fuertes, preparadas y que entendemos lo que leemos. Es muy difícil para ellos encima son machistas; no pueden tolerar que hablemos mejor que ellos y que sepamos más que ellos, se nota, les revela”, acotó.
Amarilla reveló que, en una oportunidad, cuando salió la orden de detención del diputado Ulises Quintana y estaban reunidos para decidir qué determinar respecto al caso, un colega quiso golpearla. “Recuerdo que yo dije que él es responsable de sus actos. El tipo golpeó la mesa y se me acercó como para pegarme”, expresó.
Agregó que en el pleno existe una suerte de rechazo hacia las mujeres debido a que las mismas no son sumisas, reclaman cuando tienen que hacerlo y exigen se respetadas como iguales. “No nos pueden ver, no nos soportan, porque no nos callamos”, sentenció.
En otro momento, la diputada habló acerca de la reelección y reformar la Constitución vigente. “Son posiciones encontradas; uno porque la misma le dio mucho poder al Legislativo, ya que veníamos de una larga dictadura”, subrayó.
Según dijo, hoy, la calidad parlamentaria ha bajado muchísimo y se ha notado que han utilizado ese poder como negocio. “Hoy la verdad, votaría reestructurar algunas cosas por el pésimo nivel, como que tengan un grado de conocimiento académico”, resaltó.
Sin embargo, también, expresó que una constituyente ahora mismo abriría camino a negociados, convocando no a los mejores sino a los que pueden venderse fácilmente. “Va a correr la plata y ahí el voto se va a vender por millones. Puede salir cualquier cosa de esa Constitución, no hay una clase política preparada, salvo excepciones”, concluyó.