Al menos 103 personas fallecieron y alrededor de 141 resultaron heridas tras dos explosiones que ocurrieron en la ciudad de Kerman, en el sureste de Irán, durante la conmemoración del cuarto aniversario de la muerte del general Qassem Soleimani.
Miles de personas se habían congregado en un cementerio para rendir homenaje al exjefe de la fuerza Quds de Irán, quien fue asesinado hace cuatro años en un ataque con drones estadounidenses en Irak.
Según informes, las explosiones fueron causadas por bombonas de gas colocadas en la carretera que conduce al cementerio y se sospecha de un atentado terrorista.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, condenó el acto y prometió identificar y castigar a los responsables. Por su parte, Estados Unidos e Israel han negado cualquier implicación en el ataque. Este atentado ocurren en un momento de alta tensión en la región, tras el asesinato de un alto miembro de Hamás en un ataque de un dron israelí en Beirut.