Sebastián Marset, ciudadano uruguayo buscado por la Interpol siendo vinculado a una estructura criminal dedicada al narcotráfico, habló de forma exclusiva en una entrevista para Canal 4 de Uruguay desde la clandestinidad. Entre los varios temas que abordó, explicó que su involucramiento en el tráfico de drogas, las acusaciones en su contra y la de sus familiares, y la supuesta corrupción imperante en Bolivia y Paraguay.
Primeramente, el supuesto narcotraficante refirió sus inicios en el rubro ilícito, mencionando la vez que fue detenido por una carga de marihuana en el 2013 bajo el operativo Halcón, caso por el que pasó más de cuatro años en prisión, recordó. Expresó que fue una experiencia que le enseñó cosas buenas y malas, lo cual, según él, sirvió para llevarlo a donde está ahora en cuanto a “cuidarse” ante las traiciones habituales en el mundo del narcotráfico.
También habló de la legalización de las drogas, mostrándose en contra por su fácil acceso para las personas, especialmente niños. Explicó que a pesar de no estar a favor del consumo, se encuentra inmerso en el tráfico porque sino alguien más vendería la droga.
Sobre el operativo A Ultranza Py indicó que puede estar involucrado, pero que la investigación “no tiene muchas raíces”, afirmando que vincularon a sus familiares sin que tuviesen participación en su organización.
“Mi hermano por ejemplo dicen que le regalé un auto por su cumpleaños, que siempre soñé tener yo con su edad, que lo entregué como parte de pago, mi hermano nunca hizo nada para mi, ellos dicen que pero no tienen forma de probar. El auto salía 16 mil dólares, era un Audi TT pero usado. Un regalo de cumpleaños”, aseveró.
Así mismo, negó su implicancia en el asesinato del fiscal Marcelo Pecci en Colombia, señalando que no lo conocía hasta el momento del crimen, cuando salió en las noticias. “No hay nada contra mí en ese caso”, puntualizó.
En cuanto a Miguel Ángel Insfrán, alias “Tío Rico”, otro de los investigados y capturados en el marco de A Ultranza Py, aseguró que puede contar cosas respecto a la política y la corrupción, y por eso se encuentra recluido sin comunicación.
Afirmó que no confía en la Justicia de Paraguay porque hay inocentes imputados y hasta la fecha no hubo ningún liberado.
En tanto a su escape de Bolivia, dijo que fue avisado y que no se secuestró a ningún policía. Ante la pregunta sobre si considera a dicho país y Paraguay como corruptos, respondió afirmativamente acotando que más el primero que el segundo.
Marset expresó su confianza en la justicia uruguaya, confirmando que su abogado, Santiago Moratorio, se encuentra acordando la entrega de su familia en su país de origen. La intención es que no sean extraditados a Paraguay, ya que, según él, no están vinculados a sus operaciones.
