Desde el segundo semestre del año pasado, la sequía viene afectando al caudal del río Paraná, lo que hizo que la producción de energía de la Central Hidroeléctrica de Itaipú tenga una significativa disminución, especialmente si se compara con los últimos períodos. Sin embargo, el ingeniero Hugo Zárate, superintendente de Operación de la Dirección Técnica de la Entidad, explicó que ante esta situación lo único que se puede hacer es optimizar la generación de la central y aprovechar cada metro cúbico de agua, meta que se está logrando.
Señaló que en el 2019 se registró una producción acumulada de 79.400 gigavatios hora (GWh), lo que ya se trata de una cifra baja, puesto que el promedio de los últimos 10 años es de 92.000 GWh. Para este año se estima una generación de 77.000 GWh y se debe exclusivamente a la sequía, destacó.
“Este año 2020 es un año hidrológicamente muy pobre, las afluencias debido a la sequía también están en recesión, entonces, obviamente no podemos producir más que eso. Lo único que podemos hacer es tratar de sacar provecho, al máximo, prácticamente de cada gota de agua que hay en el embalse”, refirió.
Apuntó el ingeniero Zárate que, ante este escenario, lo que pueden hacer las hidroeléctricas es aumentar el índice de productividad, algo que Itaipú está consiguiendo. Dijo que el año pasado ya se logró un récord en este sentido y se espera que en el presente ejercicio la marca de productividad sea nuevamente superada. Estos logros se están alcanzando, pese a que la situación hidrológica actual es similar a la que se vivió en el 2001, año considerado el peor de la historia por el estiaje.
En lo que respeta a la situación de los ingresos de Itaipú por este hecho, el superintendente de Operación puntualizó que no se verán afectados, aunque aclaró que los royalties que cobran los Estados (Paraguay y Brasil) sí podrían verse reducidos por la menor producción de electricidad. Remarcó que este concepto es pagado a los países por el aprovechamiento del agua, que les pertenece en partes iguales.
Acerca de la reducción de la cota del embalse, comentó que es una medida que se suele adoptar cuando se tienen largos períodos de sequía, y de hecho hoy la Binacional está operando con una cota que ronda los 217 metros sobre el nivel del mar (msnm). En condiciones hidrológicas normales, cuando la afluencia del embalse está dentro de los parámetros regulares, la cota se ubica entre de 219 y 220,5 msnm, remarcó. Recordó que para operar a niveles inferiores de 219 msnm siempre se necesita la autorización del Consejo de Administración.
En lo que se refiere a las proyecciones hidrológicas, indicó que depende de la naturaleza y hace tiempo ya se espera que inicie el periodo de lluvias importantes. Si bien se han registrado algunas precipitaciones, no fueron muy significativas para revertir el cuadro de bajas afluencias que se está teniendo hasta ahora, concluyó.