El ministro de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) Joaquín Roa confirmó que el Gobierno está analizando otorgar una asistencia económica a los trabajadores informales de la ciudad de Caacupé, departamento de Cordillera, atendiendo a que las festividades de la Virgen de Caacupé se harán a puertas cerradas y sin la presencia de fieles debido a la pandemia del coronavirus.
Roa informó que este jueves se reunió con el intendente de Caacupé Diego Riveros quien le solicitó la ayuda del estado para asistir a los trabajadores informales de la ciudad que este año debido a la pandemia no podrán realizar sus ventas durante las festividades de la Virgen de Caacupé.
De acuerdo a los datos manejados por la comuna local, serían unos 1.300 los vendedores censados que están directamente afectados por la decisión de la Iglesia de suspender las celebraciones en la capital espiritual del país, a fin de evitar la aglomeración de peregrinantes.
“El presidente de la República me pidió que vea con el intendente la mejor manera de apoyar a este segmento que año tras año, a través de sus puestos ubicados alrededor de la Basílica se gana unos guaraníes”, mencionó Roa.
El secretario de estado manifestó que si bien todavía no se cuenta con un presupuesto para el efecto, ya conversó en la víspera con el viceministro de Administración Financiera del Ministerio de Hacienda, Marco Elizeche para realizar las gestiones pertinentes y verificar la viabilidad de la propuesta.
En ese sentido, sostuvo que la SEN dispone de la herramienta legal para impulsar la ayuda de unos 500 mil guaraníes por única vez, no así los recursos necesarios, por lo que indefectiblemente el Tesoro deberá realizar un esfuerzo extra.
En esa misma línea, señaló que el jefe comunal de Caacupé se comprometió a proveer el censo de trabajadores afectados a la Secretaría de Emergencia Nacional, a fin de que esta pueda realizar la depuración correspondiente.
Recordó que en caso de confirmarse el subsidio económico, no podrán aquellos que ya estén en programas sociales como Tekoporã, para personas de la tercera edad, funcionarios públicos, entre otros.
