El Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) incautó los celulares de los rugbistas Enzo Comelli y Blas Cinalli, dos de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa en Argentina.
El secuestro de los aparatos móviles se dio ante la presunción de un uso indebido, luego de que se hiciera público durante el fin de semana que los acusados aparentemente interactúan con cuentas que los apoyan en Instagram.
“Hasta ahora no se pudo comprobar que los posteos hayan salido de esos celulares (…) Si bien los detenidos están autorizados a utilizar celulares, no as para usarlos en redes sociales”, señalaron fuentes penitenciarias.
La cuenta de apoyo a los imputados, que ya se encuentra borrada, compartía mensajes como “basta de odio”, “basta violencia”, entre otros, a favor de los rugbistas.