Autoridades del Brasil detuvieron a un adolescente de 16 años que se ha identificado como autor confeso de los tiroteos ocurridos ayer viernes en dos instituciones educativas del estado brasileño de Espírito Santo, que derivaron en tres muertos y al menos 13 heridos. Según la Secretaría de Salud del Estado, en estos momentos hay cinco personas, dos niños y tres adultos, que siguen internados en estado muy grave.
El joven utilizó el arma reglamentaria que pertenecía a su padre, teniente de la Policía Militar de Espírito Santo, y también robó su automóvil, para trasladarse primeramente a la Escuela Primaria y Secundaria Estatal Primo Bitti (EEEFM), de donde era exalumno. Tras matar a dos profesores en su antiguo colegio, se dirigió hasta el colegio privado de Praia de Coqueiral, donde asesinó a un estudiante, según relató el coronel Márcio Celante, secretario de Seguridad Pública y Defensa Social del estado de Espírito Santo.
El gobernador Renato Casagrande, informó que tras su detención, el adolescente confesó que venía planeando el crimen desde hace dos años, aunque no se reveló que lo habría llevado a cometer el atroz hecho. Los padres del atacante colaboraron para que se entregue ante las autoridades.
El adolescente armado, que según reportes estaba bajo un “tratamiento psiquiátrico”, llevaba una vestimenta de camuflaje con una cruz esvástica, por lo que investigan su posible vinculación con grupos extremistas. Según Bruno Langeani, del instituto de investigación Sou da Paz, estos episodios violentos son protagonizados por hombres con un “discurso radicalizado” influenciado por foros de Internet y muchas veces “con discurso de odio contra las mujeres”.