Ante la pandemia de coronavirus, la situación de cuarentena y la angustia de ancianos y enfermos, el Papa Francisco ha concedido este viernes indulgencia plenaria -con el perdón de todos los pecados y remisión de la pena temporal- a todas las personas en peligro de muerte por cualquier motivo, sin necesidad de confesión ni de ningún requisito especial, según informo la santa sede en un comunicado.
El Papa concede también «indulgencias especiales a todos los fieles contagiados de la enfermedad Covid-19, conocido como coronavirus, así como a los trabajadores sanitarios, a los familiares y a todos quienes los cuidan, del modo que sea, incluida la oración».
La indulgencia plenaria en peligro de muerte no requiere ninguna acción especial por parte del moribundo, mientras que la indulgencia especial requiere seguir alguna de las celebraciones religiosas en «streaming» o, sencillamente, unas breves oraciones en privado: un Credo, un Padre Nuestro y una piadosa invocación a la Virgen.
A las siete de la mañana, en la homilía de su misa transmitida en «streaming» en el canal de YouTube del Vaticano, el Papa se había referido a la imposibilidad práctica de confesarse por cuarentena o enfermedad.
En esa situación aconsejaba «hacer lo que dice el Catecismo. Es muy claro: si no encuentras un sacerdote para confesarte, habla con Dios, que es tu padre, dile la verdad de lo que has hecho mal, pídele perdón con todo el corazón y prométele: ‘después me confesaré, pero perdóname ahora». Mediante esa petición de perdón a solas «volverás enseguida a la gracia de Dios».
AFP