Este domingo y mañana lunes, se realiza de forma gradual el retiro de las medicaciones y las máquinas de apoyo al expresidente y senador Fernando Lugo, internado hace 12 días en la unidad de terapia intensiva de un sanatorio privado de Asunción. El congresista sufrió el pasado 10 de agosto un accidente cerebrovascular de tipo isquémico, por una malformación arteriovenosa.
Su médico cabecera y colega, Jorge Querey, explicó que en 48 a 72 horas después del procedimiento, podrán realizar un diagnóstico de las posibles secuelas que podría presentar el legislador de 71 años, a corto o largo plazo.
“Estamos cumpliendo el duodécimo día de enfermedad del senador Lugo, en las últimas 24 horas se inició el trabajo de ir disminuyendo todos los soportes. Todas las metas que nos hemos propuesto las hemos obtenido y a estas horas del día domingo estamos con buena respuesta y buena tolerancia de su organismo, buena oxigenación, función renal, cardiovascular, entre otros”, declaró Querey en un audio publicado por el Partido Frente Guasu.
Querey señaló que el exmandatario presenta “algunos signos positivos neurológicos” pero el reporte neuroquirúrgico definitivo lo harán una vez de que terminen los goteos de medicamentos. Tras la detección de un pequeño sangrado, Lugo fue sometido a una intervención quirúrgica de cuatro horas el pasado 11 de agosto.