Allen Weisselberg, de 75 años, exdirector financiero de la Organización Trump, se declaró culpable de su participación en un plan de fraude fiscal que se extendió por 15 años. Admitió que no pagó impuestos sobre US$ 1,7 millones en ingresos.
Cuando el tribunal del estado de Nueva York le preguntó si aceptaba los cargos por elección propia, Weisselberg dijo “sí, su señoría”. Se declaró culpable de 15 delitos graves y aceptó que no pagó impuestos sobre US$ 1,7 millones en ingresos. Entre ellos, beneficios de lujos, como alquiler y servicios públicos de un apartamento en Manhattan, arrendamientos para un par de autos Mercedes-Benz, así como los costos de matrícula en una escuela privada para sus nietos.
De acuerdo al jurado de Manhattan, Weisselberg estuvo implicado en “un plan que constituye un curso de conducta continúo y sistemático con la intención de defraudar a más de una persona y obtener bienes de más de una persona mediante pretextos falsos y fraudulentos, representaciones y promesas”.
Como parte del acuerdo de culpabilidad, el excontador pagará casi US$ 2 millones en impuestos atrasados, intereses y multas. También renuncia a cualquier derecho de apelación.