De acuerdo a lo informado por el titular de Vigilancia de la Salud Guillermo Sequera, actualmente la demanda de test para el diagnóstico del COVID-19 supera en más de 20 % la capacidad actual; un importante número son pedidos de prequirúrgicos e ingresos hospitalarios. Por su parte la directora del Laboratorio Central Dra. Carolina Aquino dijo que cuentan con insumos para extracción de muestras para detectar el virus para apenas unos diez días.
La capacidad país para el procesamiento de muestras diarias oscila entre 2.000 a 2.500, mientras que la demanda actual asciende a 3.000 y muchos de los pedidos no se ajustan al protocolo establecido. “Es una cifra elevada que no estaba planificado. No son necesariamente pacientes con síntomas, sino que solicitan el test porque tienen que operarse de algo”, dijo.
Por otra parte, mencionó que, actualmente, se está ingresando a una fase donde se está solicitando el test para todo tipo de cirugías, hecho que está generando retrasos en el procesamiento de las muestras para las personas que son prioridad, entre las que figuran aquellas que con síntomas vinculadas al virus o que se hallan dentro de un brote.
Subrayó que muchos pacientes demandan el test porque aducen que van a ser intervenidos quirúrgicamente, sin especificar el tipo procedimiento, y resulta que se trata de operaciones menores como sacarse un lunar o una cirugía de nariz que no requieren de este tipo de estudio. Destacó que, ese tipo de muestras no prioritarias, están compitiendo con pacientes que tienen que ingresar a terapia intensiva.
Para dar resolutividad a la demanda, Sequera señala que el ejercicio es, no solo reducir el número de solicitudes sino priorizarlos. “Es muy difícil priorizar cuando no se sabe para qué tipo de procedimiento es. Ese el gran problema. Hay muchas solicitudes para el test que se hacen con muy poco criterio y que no están recomendados según el protocolo, pero igual se solicitan, varios de ellos del sector privado”, dijo el epidemiólogo.
Otras de las estrategias que se incluirán para absorber la demanda actual, además de diversificar la oferta, será descentralizar los puntos de procesamiento hacia las cabeceras de departamentos y aumentar el número de personal capacitado en el área.
En cuanto al proceso licitatorio para adquirir unos 200.000 kits que sería un paño de alivio, se inició en junio y, hasta ahora, no se avanzó en la adjudicación. Por lo tanto, el ente recurre a compras vía de la excepción del mercado local, aunque esos insumos son muy limitados.
