Michael Jordan anunció su vuelta a la NBA con una rueda de prensa en la que solo dijo: «I’m back» (‘he vuelto’).
Corría el año 1995. La NBA, a pesar de la explosión de Olajuwon o de la pujanza de un joven Shaquille, seguía huérfana de un líder que llevara sobre sus hombros el peso de una competición que apenas tres años antes todavía deslumbraba con la luz cegadora de Bird, Magic y un Jordan que se había retirado por sorpresa tras conquistar su tercer anillo.
Michael, roto por el asesinato de su padre, decidió intentar cumplir la promesa que le hizo a su progenitor y cambió las botas por el bate, intentando convertirse en una leyenda también en el diamante. Sin embargo, la aventura no fraguó como él había esperado.Un periplo que terminó el 18 de marzo de 1995 con un fax en las oficinas de la NBA en Nueva York. Una hoja en la que sólo había dos palabras escritas, pero que cambiaron por completo el curso de la historia en el deporte de la canasta.
Bajo la mancheta en la que aparecía el nombre de los Chicago Bulls se leían dos palabras que en aquel momento sonaron a gloria para David Stern y todos los directivos de la NBA: “He vuelto (I’m back)”. Dos palabras con las que Jordan anunciaba su regreso al deporte que le había elevado a los altares.