Las Fuerzas Armadas de Brasil consideran que Sudamérica dejó de ser una región libre de posibles conflictos bélicos y se preparan para intervenir en la solución de problemas regionales, así como en la defensa de los intereses brasileños en la selva amazónica y el litoral atlántico, según la nueva Política Nacional de Defensa revelada el viernes.
“No se pude dejar de considerar tensiones y crisis en el entorno estratégico, con posibles desdoblamientos para Brasil, de modo que el país podrá verse motivado a contribuir a la solución de eventuales controversias o a defender sus intereses”, dice la nueva versión del Libro Blanco de la Defensa, manual que actualiza cada cuatro años las principales definiciones de la política de defensa del país más grande y poblado de Sudamérica.
El mismo será entregado la semana próxima al Congreso, en un contexto en el que, por primera primera vez desde 1985, el Gobierno cuenta con nueve ministerios a cargo de militares y con un excapitán, Jair Bolsonaro, como presidente. Entre estos, su nueva versión incluye la actual pandemia de coronavirus, que tiene a Brasil al borde de los 2 millones de casos y los 75.000 muertos, y la devastación en la Amazonia por acción de la agricultura intensiva, la tala ilegal y la minería, un tema por el cual el país está siendo cuestionado por inversores extranjeros.
Según el texto adelantado por el diario O Estado de Sao Paulo, la actualización de los lineamientos de defensa no cita potenciales países adversarios, pero, observa que habrá tensiones y crisis en la región sudamericana, donde Brasil tiene el Ejército más numeroso. La excepción es Venezuela, que es señalado como el punto más crítico de la región.