En tan solo cuatro días, autoridades sanitarias aprobaron un protocolo especial que permitió la visita del exmandatario argentino Mauricio Macri al país, en medio de la pandemia y la cuarentena obligatoria. Dicho procedimiento fue avalado, el pasado 9 de julio, por el ministro de Salud Julio Mazzoleni.
El documento, con la aprobación del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), autoriza el ingreso al país, por un lapso menor a 24 horas, tanto para connacionales como para extranjeros y en casos especiales.
Asimismo, el protocolo detalla que los ingresos excepcionales pueden darse para dignatarios y exdignatarios que requieran ingresar al país, en casos humanitarios, para brindar servicios médicos y por seguridad nacional. Sin embargo, en este caso, Macri no vino en carácter de diplomático, sino para cuestiones “particulares y privados”, y que finalmente, se supo que llegó invitado por Horacio Cartes para “tratar temas relacionados a la actualidad regional”, según sus mismas palabras.
Por otro lado, el protocolo dispone, también, que se debe presentar el resultado negativo de una prueba de COVID-19 realizada en los últimos siete días; consentimiento informando de la permanencia y estar acompañado por el personal de salud durante la visita.
Dicta también un distanciamiento de mínimo dos metros y el uso obligatorio de mascarillas. Tal y como se pudo ver en fotografías, ninguna de estas medidas fueron cumplidas, ya que tanto Mario Abdo, como Cartes, recibieron al expresidente sin tapabocas.