Rusia ha superado este domingo los 280.000 casos de COVID-19 al sumar 9.709 nuevos contagios en un día, según el recuento de fuentes oficiales.
De acuerdo con los datos del gabinete de crisis que gestiona los efectos de la pandemia en Rusia, los nuevos casos fueron detectados en todas las 85 regiones de este país y elevan el número de los enfermos a 281.752 personas.
Entre los 9.709 nuevos infectados, el 42,4 %, es decir 4.116 personas, no presentan síntomas de la enfermedad.
Moscú continúa siendo el epicentro de la infección en Rusia al acumular 142.824 casos, 3.855 de ellos diagnosticados en las últimas 24 horas.
El número de los decesos por COVID-19 bajó, según fuentes oficiales, de 119 este sábado a 94 el domingo, lo que sitúa la cifra total en los fallecimientos por el nuevo coronavirus en 2.631.
Las autoridades rusas volvieron a negar las acusaciones de algunos medios occidentales de intentar rebajar las cifras de enfermos y muertos por el virus, y aseguraron que los ingresos de los médicos y los hospitales dependen ahora precisamente de los casos diagnosticados, por lo que ningún sanitario tiene interés en ocultar esos datos.
Según la jefa sanitaria rusa, Anna Popova, a día de hoy el país ha logrado frenar el avance de la epidemia y estabilizar la situación en todas las regiones.
«Prácticamente no observamos un crecimiento (de los casos diarios). Hay una estabilización de la situación en todo el país», dijo Popova a la televisión pública rusa.
Al mismo tiempo, agregó que algunas de las medidas de precaución -como el uso de las mascarillas- habrá que cumplirlas también durante los meses de verano «para minimizar las posibilidades de contagio».
El pasado 12 de mayo algunas regiones rusas comenzaron a levantar paulatinamente algunas de las restricciones impuestas por la pandemia de la COVID-19 para reactivar sus economías.
Pero debido a la situación epidémica en Moscú, las autoridades de la capital han decidido prolongar el confinamiento de sus habitantes hasta finales del mes, aunque sí permitieron la vuelta al trabajo de medio millón de personas involucradas en los sectores de la construcción y la industria. EFE