El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, remarcó que el Paraguay no reabrirá sus fronteras con Brasil, hasta tanto no se controle la propagación del coronavirus en el vecino país. Reconoció que el comercio en la zona del Amambay está muy afectado, pero afirmó que la salud está por encima de todo.
Abdo Benítez cumplió este miércoles con su agenda de trabajo en Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay, donde habilitó nuevas infraestructuras para el sector sanitario así como otras obras de desarrollo para la comunidad.
Durante una entrevista con los medios locales, el presidente reconoció que el comercio fronterizo es uno de los más afectados por la situación económica generada por el coronavirus, y que esta situación “preocupa mucho” al Gobierno. No obstante recordó que la prioridad ha sido en todo momento salvaguardar la salud de todos los paraguayos.
Reiteró que la frontera con Brasil representa una «amenaza» a todo el esfuerzo que viene haciendo el pueblo paraguayo para evitar la propagación del covid-19, al tiempo de afirmar que le encantaría que se reactiven las actividades en el departamento, pero que un problema social recaería de vuelta en el Ejecutivo, en caso de que se disparen los casos.
“Los comercios se ven afectados, queremos abrirlo lo antes posible, pero no lo vamos hacer hasta que podamos darles las garantías a nuestro pueblo de que no habrá una propagación”, alegó.
Asimismo comentó que el Gobierno puso a disposición del sector crediticio las herramientas para que los comerciantes de la zona puedan sortear los inconvenientes generados por la crisis, y recordó que el Ejecutivo no maneja los recursos sino que son redireccionados a la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) y estos a su vez a los bancos que deben otorgar los créditos. “El Gobierno no maneja la plata, la fondea”, subrayó.
En ese contexto, puso como ejemplo el caso del Instituto de Previsión Social (IPS), que recibió 100 millones de dólares por parte del Estado para asistir a los trabajadores formales afectados por las medidas de mitigación del coronavirus.
Por otro lado, el gobernante evitó hacer una alusión personal sobre lo ocurrido el fin de semana último con el intendente local José Carlos Acevedo, pero recordó que la ley es la misma para todos y que nadie debe tener privilegios.
“Desde el más humilde que estuvo encerrado en su casa por más de 53 días, gente que vive del día a día que se sacrificó para poder tener el éxito en política sanitaria, que Paraguay es ejemplo y reconocido ante el mundo, gracias a la disciplina de su pueblo”, añadió al tiempo de expresar la importancia de mantener los protocolos sanitarios y de que las autoridades sean el ejemplo en ese sentido.
Requerido sobre la situación en los albergues, dijo que las autoridades están abocadas en la habilitación de más espacios, señalando que más de 3.000 personas cumplieron con la cuarentena sanitaria, de los cuales 1.900 ya retornaron a sus hogares tras dar negativo en las pruebas.
“Gracias a esa contención que se hace en los albergues estamos desarrollando una capacidad que no conocíamos porque nadie está preparado para el coronavirus, pero se está haciendo un enorme esfuerzo y lo estamos conteniendo”, afirmó.
Respecto al aumento de casos en el país, si bien se mostró preocupado, manifestó que la mayoría de ellos se están dando en los albergues donde se encuentran cumpliendo con la cuarentena sanitaria en condiciones controladas. Los nuevos casos positivos corresponden a paraguayos ingresados del extranjero, en su mayoría en Brasil.
“Esto nos permite al resto de la población para que no haya una circulación del virus”, remarcó finalmente el titular del Ejecutivo.