El Congreso de Brasil decretó luto oficial por tres días en tributo a los muertos por el coronavirus, tras superar los 10.000 fallecidos a causa de la enfermedad.
«Este Parlamento, que representa el pueblo y el equilibrio federativo de esta Nación, no está indiferente a este momento de pérdida, de tristeza y de pesar», señalaron los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, Rodrigo Maia y Davi Alcolumbre, respectivamente, en un comunicado oficial conjunto.
Según la medida, publicada en el Diario Oficial del Congreso, quedan prohibidas todas las celebraciones, conmemoraciones o festividades durante los tres días de luto.
El más reciente boletín del Ministerio de Salud, divulgado el viernes, contabiliza 9.897 muertos y 145.328 infectados de coronavirus en el país, pero datos compilados por las secretarías de Salud de los estados indican que el gigante sudamericano ha superado este sábado la barrera de los 10.000 fallecidos.
«El Congreso Nacional también sufre el dolor de tantas familias brasileñas que perdieron sus seres queridos, sin que pudieran rendirles los justos homenajes», expresaron los líderes parlamentares, y agregaron que la crisis sanitaria sin precedentes es, también, «una tragedia que nos devasta cada día más».
Destacaron además que el Parlamento está «haciendo su parte» al adoptar medidas legislativas para ofrecer soporte a las personas, a los gobiernos regionales y a las empresas.
«Brasil saldrá de esta pandemia herido, enlutado, entristecido, así como otras Naciones. Pero también saldrá con un desafío igualmente grande por delante, de retomada, de reconstrucción», subrayaron.
En la nota oficial, Maia y Alcolumbre también instaron a los brasileños a quedarse en casa y mantener «las recomendaciones de las autoridades de Salud», mientras el país «se prepara para un retorno seguro y definitivo a la normalidad».
El decreto de luto oficial en el Congreso llega en un momento en que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, mantiene un duro enfrentamiento con el Parlamento y la Corte Suprema debido a su censura abierta a las cuarentenas adoptadas por los gobernadores y alcaldes para contener al coronavirus.
Desde el inicio de la pandemia, el líder ultraderechista ha desoído constantemente las recomendaciones de las autoridades sanitarias de evitar aglomeraciones y acudió a diversos actos callejeros, así como ha desdeñado en repetidas ocasiones de las víctimas del COVID-19.
En medio de la acelerada expansión de la enfermedad en Brasil, Bolsonaro incluso llegó a sugerir que haría este sábado una barbacoa para «unos 30 invitados».
La víspera, cuestionado sobre los casi 10.000 muertos a causa del coronavirus en el país, el mandatario ironizó que recibiría «unas 3.000 personas» para su barbacoa privada, aunque dio marcha atrás y canceló el evento después de la ola de críticas que recibió.
Ante la fuerte repercusión negativa, Bolsonaro afirmó este sábado, a través de su cuenta en Twitter, que el evento era «fake» y llamó de «idiotas» a los periodistas. EFE