El dato surge de un estudio publicado en la revista JAMA Pediatrics, una de las más prestigiosas del mundo.
Uno de cada cinco chicos que permaneció aislado debido a la expansión del coronavirus en China presentó síntomas de depresión y ansiedad. El dato surge de un estudio realizado entre 2330 menores escolarizados y preadolescentes de las ciudades de Wuhan y Huangshi, en la provincia de Hubei, los epicentros de la pandemia de COVID-19.
La investigación académica fue llevada a cabo por la Universidad de Carolina del Sur y la de Huazhong y publicada por JAMA Pediatrics, una de las revistas de divulgación científica más importantes y prestigiosas del mundo.
Según los resultados del estudio, el 22,6 por ciento de los estudiantes informaron tener síntomas depresivos, una cifra que supera al 17,2 por ciento recabado en otras investigaciones en las escuelas primarias de China.
“Durante el brote de COVID-19, la reducción de las actividades al aire libre y la interacción social pueden haberse asociado con un aumento de los síntomas depresivos de los niños”, señalaron. Y ampliaron: “Nuestro estudio encontró que el 18,9 por ciento de los estudiantes informaron síntomas de ansiedad, cifra más alta que la de otras encuestas”.
La pandemia provocada por el coronavirus obligó a que se tomaran medidas de aislamiento en 188 países. En China, 180 millones de menores se vieron afectados por esta situación y, según el estudio, durante un mes presentaron todo tipo de síntomas asociados a la depresión y la ansiedad.
“El síndrome respiratorio agudo severo del 2003 también se asoció con varios síntomas psicológicos entre los estudiantes en China. Estos hallazgos sugieren que las enfermedades infecciosas graves pueden influir en la salud mental de los niños como lo hacen otras experiencias traumáticas”, señalaron en la investigación. Sin embargo, el estudio no pudo evaluar si los resultados serán duraderos una vez que haya pasado la pandemia.
Algo llamativo que develó el informe tiene que ver con la relación que podría haber entre el grado de preocupación de contagiarse y los casos más evidentes de depresión y ansiedad.
“Los estudiantes que estaban un poco preocupados o no por verse afectados por COVID-19 tenían puntuaciones de depresión significativamente más bajas que aquellos que estaban bastante preocupados. En comparación, los que no eran optimistas sobre la epidemia con aquellos que eran bastante optimistas, tenían puntajes significativamente más altos, con un mayor riesgo de síntomas depresivos”, informaron los investigadores.